Los alimentos fritos son sabrosos, pero contienen mucha grasa, que engorda y obstruye. Evite la mayoría de alimentos fritos. Si come fuera, pregunte si su comida es preparada con aceite vegetal o grasa animal. La grasa animal y los aceites saturados obstruyen su vía intestinal, así como las venas y arterias. Tenga cuidado con las pastas hechas con manteca de cerdo. Si está preparando su comida en casa, utilice aceite de oliva, canola o aceite de sésamo. Estos aceites son más digeribles y ayuda en la reducción de los niveles de colesterol.
Mantenga todos los aceites refrigerados para que no se conviertan en rancio.
El aceite rancio es actualmente considerado como una toxina para su cuerpo porque no es digerible y obstaculiza la adecuada digestión de los alimentos. Trate de reducir la ingesta de mantequilla y margarina. La mayoría de margarina y aceites se sintetiza químicamente. Los aceites hidrogenados que son las grasas saturadas tapan sus arterias y crean otros problemas. Revise las etiquetas.
Si es un gran comedor de carne intente reducir a una a dos porciones de carne de res a la semana. Coma pescado y aves o las proteínas de leguminosas y granos. La mayoría de los animales de granja se crían con una alta cuenta de antibióticos, hormonas y granos comerciales, infestada con herbicidas y pesticidas. Estas toxinas se almacenan en el hígado y los músculos del animal. Las toxinas a través de ósmosis se convierten en un vehículo de transporte de enfermedad patológica al entrar a su cuerpo.
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